La cocina, el origen de los aromas irresistibles, es uno de los sitios de la casa donde podemos sufrir un accidente doméstico de manera muy fácil y que nunca esperamos que nos pase.
Los cuchillos afilados, los platos calientes, resbalones, golpes… Pero, ¿cómo podemos prevenir los accidentes y salir ilesos al preparar una cena deliciosa?
Aquí te detallamos unos consejos para que puedas evitar los accidentes habituales:
¡Cuidado con el cuchillo!
Antes de utilizar los cuchillos como los masterchef de la televisión, recuerda los consejos de seguridad: mantén los dedos a una distancia segura del cuchillo cuando trocees la comida, nunca tus dedos. De hecho, poniendo los nudillos en la hoja del cuchillo, mientras que estas picando la comida, te ayudara a evitar que los dedos estén debajo del filo.
Las fundas en las que vienen los cuchillos, no las tires y usalas para guardar los cuchillos. Así al meter la mano en el cajón de los cubiertos y buscar un cuchillo, evitamos sorpresas desagradables.
Limpia antes de patinar
Mientras que estas con la olla, la sartén y la ensalada, se cae agua, aceite o salsa al suelo… No tenemos tiempo en limpiarla pero hay que evitar que alguien la pise y se pueda dar de bruces contra el suelo. Una manera es poner una servilleta de papel encima, por un lado se empapa con el líquido y por otro lado, marcas la mancha para verla y no pisarla, hasta que tengamos tiempo para poder hacerlo en condiciones.
Otra manera es que tengas un calzado antideslizante, como hacen los cocineros profesionales.
Sube la temperatura…
Con el vapor de la cocción, el calor puede subir en exceso y las quemaduras son desafortunadamente un efecto secundario que algunos sufren al cocinar. Para ello, usar unos paños de cocina o unos guantes evitan esos riesgos innecesarios al estar manejando el horno, la cacerola o cualquier otro recipiente que este caliente.
Cuando estamos friendo es otro momento a tener cuidado. Además de usar una pala o una espátula, debemos tener tapada la piel al máximo posible, para que cuando salte el aceite o algún líquido de la fritura no nos caiga directamente en la piel.
Y recuerda, como tu madre no cocina nadie, pero si te aprendes sus recetas y te pones a practicar, en algún momento llegaras a su nivel.