Estar en una misma postura, vicia el cuerpo.
El ejercicio nos hace más inteligentes, libera las hormonas de la felicidad y nos aumenta el nivel de energía, incluso más de lo que lo puede hacer el café.
Los días que hacemos deporte aumenta nuestra productividad. Y aunque el trabajo y el ejercicio puede que no sean compatibles, te explicamos cómo podrás practicar ejercicio en tu puesto de trabajo.
Mientras te desplazas al trabajo, ya sea en coche, en tren o en autobús, es un tiempo ideal para tonificar los músculos del tronco. Estando sentado, contraes los abdominales como cuando te subes la cremallera de esos pantalones que te quedan ajustados, expira lentamente, aguanta 15 segundos, relaja y repite los pasos. También puedes aparcar el coche algo más lejos del lugar de trabajo o bien bajarte una parada antes, así puedes hacer una caminata a un ritmo más rápido.
Subir escaleras durante diez minutos aumenta el nivel energético, así que cambia el ascensor por las escaleras.
Cuando puedas y las circunstancias lo permitan, en vez utilizar con los compañero las vías de comunicación virtual, ve caminando a la mesa de tu jefe o de tus compañeros y comentales la opción de tener la reunión caminando. Los dos saldréis ganando.
Mientras que estas delante de una mesa puedes dar forma a los abdominales y la cintura. Estira las piernas, levántalas del suelo durante 15 segundos y las bajas. Repite varias veces y activaras los músculos del tronco. Estando sentado, intenta hacer giros y trabajaras la cintura.
Otro ejercicio es el de estirar la espalda, bajar los hombros, tensar el tronco y expirar así como girar lentamente de derecha a izquierda.
Por último, la inversión en un podómetro para medir los niveles de actividad y el número de pasos que das, te ayudara a fijar unos objetivos diarios, semanales y mensuales.
¡Conseguirás estar motivado!